
Los dominicanos residentes en el Alto Manhattan instan a sus compatriotas residentes en el exógeno que estén de entrevista o planeen examinar la República Dominicana en estas Navidades, a tomar todas las medidas de precaución en presencia de la inseguridad ciudadana reinante. En un documento de prensa, Juan Matos, Eduardo Méndez, Ricardo Contreras y Andrea de Soto, entre otros, sostienen que los dominicanos provenientes del exógeno frecuentemente al transitar y en muchos casos, cuando son identificados como provenientes del exógeno, son con longevo frecuencia objeto de vandalismo. y otras veces incluso actos trágicos. Asimismo, llaman a utilizar los servicios de empresas de seguridad privada para proteger su integridad física y caudal materiales (peculio, vehículos, ropa y tarjetas de crédito, entre otros) y así evitar ser objeto de cualquier asalto, robo o situación reservado.
“Damos la voz de alerta porque familiares, amigos y familiares residentes en el país caribeño les cuentan el miedo que sienten cuando tienen que irse, trasladarse de un lugar a otro, o terminar tal o cual actividad y tener que irse a casa, incluso en sus vehículos, se debe a la inseguridad y al miedo a ser agredidos o baleados”, indican. Ahora más que nunca nadie está seguro en RD, la delincuencia ataca a hombres, mujeres, jóvenes y todo tipo de autoridad, sin importar la hora del día, el circunscripción o la presencia de nadie. “Estamos en camino de convertirnos en otro México o Haití”, dicen. Señalan que en RD uno no sale del shock y vive de informe en informe trágica, cada vez más preocupante, y un ejemplo de ellas es el homicidio en su propia casa en Gurabo-Santiago, el pasado martes, del patrón Daniel A. Rodríguez Céspedes, por los propios policías que acudieron a buscarlo en horas de la aurora.
La homicidio de seis personas, entre ellas dos policías y cuatro civiles señalados como delincuentes, durante un tiroteo en Los Alcarrizos, en la provincia de Santo Domingo, hace unos días. Con nuestra advertencia queremos memorar el axioma del pueblo que dice: “La guerra advertida no mata a un soldado, y si mata es por descuido”.