Santo Domingo.- El Ministerio de Salud Pública reportó 126 muertes maternas hasta principios de octubre, lo que representa una reducción del 10% respecto al mismo período del año pasado.
Según el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), esta monograma refleja 14 muertes maternas menos que en 2024, cuando se reportaron 140 muertes.
Si proporcionadamente la tendencia es positiva, el referencia señala que de las 126 muertes maternas, dos ocurrieron en la semana epidemiológica (SE) 40, del 28 de septiembre al 4 de octubre, lo que sigue siendo una monograma elevada y resalta desafíos en la equidad en el entrada a los servicios de vitalidad materna, especialmente en zonas rurales y vulnerables del país.
Estos resultados están por debajo de los cinco reportados en el SE-40 2024, lo que indica un mejor desempeño semanal.
Sin confiscación, el flamante tramo de la SE-37-40 además experimentó una mejoría, con 14 muertes en 2025 frente a 18 en 2024, lo que refuerza una tendencia a la devaluación en el corto plazo.
Mejorar la atención materna: factores que explican la reducción
Según el boletín de la Dirección de Epidemiología, esta disminución podría estar relacionada con varias acciones esencia adentro del sistema de vitalidad, como anciano cobertura de atención prenatal, fortalecimiento de la atención de emergencia obstétrica, capacitación continua del personal de vitalidad y anciano disponibilidad de insumos médicos esenciales.
Estas medidas apuntan a mejorar significativamente la calidad y oportunidad de la atención durante el corte, el parto y el puerperio, períodos críticos para la vitalidad materna.
Muertes maternas por ciudadanía
El prospección por ciudadanía revela que al 4 de octubre se registraron 70 muertes entre mujeres dominicanas, frente a 75 en 2024, equivalente a una reducción de cinco casos. Entre las mujeres haitianas, se notificaron 56 casos en 2025 y 65 en 2024.
Estos datos resaltan la carestia de acciones específicas para las poblaciones migrantes, que a menudo enfrentan barreras adicionales para consentir a atención médica oportuna y de calidad.
Las zonas con menores tasas de mortalidad materna son Santo Domingo, San Cristóbal y San Pedro de Macorís. Le siguen las provincias de Valverde, Azua y Duarte/Monte Cristi.
Mientras que algunas provincias, como La Vega, La Altagracia, Samaná y el Distrito Nacional, registraron aumentos.
Esta combinación de disminuciones y aumentos sugiere mejoras sostenidas en grandes áreas urbanas, pero puntos críticos de aventura en provincias con aumentos relativos pronunciados, lo que justifica auditorías de casos (retrasos, derivaciones, disponibilidad de cepa/uterotónicos, manejo de la sepsis y los trastornos hipertensivos) y refuerzo posparto.
¿Qué es la mortalidad materna y por qué es un indicador esencia de vitalidad pública?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la asesinato materna se define como la asesinato de una mujer durante el corte, el parto o adentro de los 42 días posteriores a la interrupción del corte, por causas relacionadas con el corte, excluidas las causas accidentales o incidentales.
La OMS clasifica las muertes maternas en dos tipos: directas, aquellas causadas por complicaciones obstétricas como hemorragia, eclampsia, sepsis, entre otras, e indirectas, relacionadas con enfermedades preexistentes o adquiridas que se agravan durante el corte, como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), malaria o enfermedades cardíacas.
Reducir la mortalidad materna a nivel regional y mundial
A nivel mundial, entre 2000 y 2023, la tasa de mortalidad materna (RMM) disminuyó aproximadamente un 40%, de 328 a 197 muertes por 100.000 nacidos vivos.
En las Américas, la mortalidad materna disminuyó un 19% entre 2020 y 2023, lo que representa casi cinco muertes menos por día en toda la región.
La reducción del número de muertes maternas en República Dominicana es una señal alentadora, pero no suficiente.
Esto es necesario para continuar brindando atención primaria, mejorar la calidad de la atención prenatal y ampliar el entrada a los servicios de vitalidad en comunidades remotas.
La mortalidad materna es más que una simple monograma: es un indicador esencial del estado del sistema de vitalidad, la equidad en la atención de vitalidad y los derechos reproductivos de las mujeres.