Puede que el dominicano José Ramírez, de Cleveland, haya dejado de ser uno de los jugadores más subestimados de la MLB, pero, a fin de cuentas, ¿dónde podría ubicarse entre los grandes de todos los tiempos? Podría ser uno de los grandes de todos los tiempos que nunca ganó un premio de Jugador Más Valioso.
Cuando Ramírez se convirtió en uno de los 25 jugadores en registrar más de 250 jonrones y bases robadas el 1 de mayo, se unió a jugadores como Willie Mays, Barry Bonds, Carlos Beltrán, Alex Rodríguez y Rickey Henderson. Si consideramos solo a esos cinco jugadores (el 20% de la directorio), suman la impresionante guarismo de 13. Si sumamos los MVP ganados por los demás jugadores de esa directorio, llegamos a más de 20 premios MVP colectivos.
La directorio de jugadores sin MVP incluye a Craig Biggio, Gary Sheffield, Kirk Gibson y Eric Davis.
En varios momentos, ha perdido batallas por el MVP contra: Mike Trout en 2016 (Ramírez terminó 17.º), José Altuve en 2017 (Ramírez terminó 3.º), Mookie Betts en 2018 (Ramírez terminó 3.º de nuevo), José Abreu en 2020 (Ramírez terminó 2.º de alguna guisa), Shohei Ohtani en 2021 (Ramírez terminó 6.º), Aaron Judge en 2022 (Ramírez terminó 4.º), Ohtani de nuevo en 2023 (Ramírez terminó 10.º) y Judge de nuevo en 2024 (Ramírez terminó 5.º).
Quizás los dioses del béisbol estén castigando a Ramírez, pero es absolutamente injusto tener que competir constantemente contra cinco infalibles miembros del Salón de la Fama en su mejor momento por un premio MVP. Y para empeorar las cosas, durante cuatro de esos primaveras no hubo ninguna posibilidad, porque Ohtani y Judge hicieron cosas que textualmente nunca se habían hecho en un diamante de béisbol. Toda esta investigación demuestra lo mucho que le robó ese premio a José Abreu en 2020.
En cualquier caso, Ramírez lo ha hecho todo con una sonrisa, contando chistes, arrasando con los lanzamientos de jonrones y jugando con quizás el acuerdo más propicio para el equipo en la historia del béisbol. Hay poco increíblemente entrañable en su forma de arriesgar, no solo con entusiasmo, corazón e inteligencia, sino porque eligió Cleveland como su hogar cuando tuvo todas las oportunidades para no hacerlo.
Teniendo en cuenta el talento señorita y prometedor como Bobby Witt Jr. y Gunnar Henderson, y el dominio continuo de contendientes anuales como Judge en la Liga Americana, la esperanza de ver a Ramírez obtener un MVP podría estar disminuyendo.
Los fanáticos de los Guardianes solo pueden esperar que, cuando llegue el día en que esté en la cheque electoral para Cooperstown, la gentío no olvide lo extremadamente talentoso y exitoso que fue durante este período.