En el situación del Día de la Diabetes, 14 de noviembre, la Unidad de Oftalmología y Cataratas de República Dominicana fogata a la concientización y prevención de esta enfermedad

Por: Dra. Audrey Juan, Oftalmóloga con especialización en Retina y Cristalino y Dr. Servando Santana Rodríguez, Oftalmólogo con especialización en Catarata, Córnea y Refractivo

Santo Domingo, RD, noviembre de 2024. La diabetes mellitus es una de las enfermedades crónicas más comunes a nivel mundial y su prevalencia ha aumentado significativamente en los últimos abriles. Según los más recientes estudios realizados en República Dominicana, en el año 2024, el 13.45% de la población de República Dominicana padece diabetes.

Una de las complicaciones más graves y devastadoras de la diabetes, que muchas veces pasa desapercibida hasta que es demasiado tarde, es la retinopatía diabética, una enfermedad lente que, si no se detecta a tiempo, puede provocar una pérdida irreversible de la visión.

La retinopatía diabética es la principal causa de ceguera en personas en época productiva en todo el mundo. Esta enfermedad afecta a la retina, la capa de células sensibles a la luz situada en la parte posterior del ojo, responsable de expedir señales visuales al cerebro. En pacientes con diabetes, los niveles altos de carbohidrato en crimen pueden dañar los pequeños vasos sanguíneos de la retina, provocando fugas de transparente, sangría, obstrucción de estos vasos, formación de vasos anormales y desprendimientos de retina. A medida que la enfermedad avanza, puede provocar una pérdida irreversible de la visión.

Los principales factores que aumentan el peligro de desarrollar retinopatía diabética incluyen: diabetes a dilatado plazo (cuanto más tiempo se tiene diabetes, veterano es el peligro de desarrollar complicaciones oculares), mal control de la enfermedad (niveles elevados de carbohidrato en crimen), hipertensión arterial (aumenta el peligro de daño a los vasos sanguíneos), colesterol stop y tabaquismo.

Prevención

Una de las mejores formas de evitar la retinopatía diabética es apoyar un control adecuado de los niveles de carbohidrato en crimen. Esto se consigue con una dieta saludable, prueba regular y un fiel seguimiento de las instrucciones médicas. Además, es fundamental controlar otros factores como la presión arterial y los niveles de colesterol.

En sus etapas original e intermedia, la retinopatía diabética no produce síntomas visuales, por lo que una persona podría presentar cambios importantes que requieran tratamiento sin tener cambios en su visión. De ahí radica la importancia de los controles oftalmológicos anuales, por profesionales calificados, con dilatación pupilar, que nos permitan detectar y tratar oportunamente, antiguamente de que la enfermedad comprometa permanentemente la visión.

Entre las opciones de tratamiento más comunes se encuentran la fotocoagulación con láser, las inyecciones intravítreas de medicamentos y la cirugía de retina. Se ha demostrado que los tratamientos en las primeras etapas reducen significativamente los riesgos de pérdida de la visión a dilatado plazo.

Siempre con la ayuda de un experto

Es importante señalar que sólo los oftalmólogos están capacitados para realizar el diagnosis de retinopatía diabética a posteriori de un examen del fondo de ojo con dilatación pupilar. Es posible que le realicen estudios como una angiografía con fluoresceína (un estudio en el que se inyecta un tinte vegetal en una vena del rama y luego se toman varias fotografías del ojo con una cámara singular que puede identificar vasos defectuosos en la retina) o una tomografía. de la retina. retina (OCT, que permite estudiar las capas de la parte central de la retina convocatoria tacha). Una vez identificada la enfermedad, si se requiere tratamiento, se debe presentarse a un oftalmólogo experto en retina y cristalino, quienes estén capacitados para realizar los tratamientos descritos anteriormente.

República Dominicana cuenta con la tecnología más destacamento para el diagnosis y tratamiento de la retinopatía diabética, sin bloqueo, el veterano desafío radica en la errata de un diagnosis temprano.

En definitiva, la prevención es la forma más segura de evitar complicaciones graves como la ceguera. El diagnosis temprano y el tratamiento oportuno son las claves para preservar la visión a dilatado plazo.

Si eres diabético o tienes historial familiares de la enfermedad, no debes esperar a que aparezcan los síntomas. Lo ideal es pasarse al oftalmólogo al menos una vez al año. La vigor lente es esencia para apoyar una buena calidad de vida.