Lungomare Bar & Lounge se convierte en el epicentro del hijo dominicano con una dietario cargada de talento y tradición
«March of Son» comenzará el próximo viernes 14 de este mes en Lungomare Bar & Lounge con la décimo de Bulb y el Soneros de Haina a las 9:00 p.m.
La iniciativa del productor estético Raphy d'Oleo exploración hacer visibles los protagonistas del especie y dar una viejo proyección a esta velocidad que, durante décadas, ha sido parte de la costado sonora dominicana.
«March of Son» se presenta en Lungomare Bar & Lounge, un ambiente en el que el manifiesto disfruta de un entorno inmejorable.
La sombra contará con la décimo exclusivo de Johanna Almánzar y Rumberos La Banda, quienes estarán a cargo de destapar la sombra.
Los viernes de marzo estarán en Lungomare.
El viernes 14, Bombillo y el Soneros de Haina subirán al ambiente.
La dietario continuará el viernes 21 con la reina Sonia Cabral y concluirá el viernes 28 de marzo con su hijo Santiago, que llegará directamente desde Santiago.
Votación
Los boletos están disponibles en UEPATICKET y en las oficinas de boletos Raphy d'Oleo.
VIP: RD $ 1,000.00
Entrada genérico: RD $ 500.00
Información: (809) 682-3009
El hijo: un especie con raíces y transformación en la República Dominicana
El hijo es un especie musical y de danza que tiene sus raíces en Cuba, pero que igualmente ha tenido una influencia significativa en la República Dominicana, especialmente en la región este del país. Aunque son cubanos es el más conocido internacionalmente, en la República Dominicana se desarrolló una variable conocida como «hijo dominicano», que se fusionó con otros ritmos locales y caribeños.
Orígenes y explicación
El hijo llegó a la República Dominicana a principios del siglo XX, traída por inmigrantes cubanos y a través de la difusión de grabaciones y artistas cubanos. Este especie se mezcló con ritmos nativos como el merengue y Bachata, dando área a una expresión musical única. El hijo dominicano se caracteriza por el uso de instrumentos como la guitarra, los tres cubanos, el Marímbula, El Bongó y La Güira.
Protagonistas
Algunos de los principales exponentes y difusores del sonido en la República Dominicana incluyen:
-Trío Matamoros: aunque son de origen cubano, su música tuvo un gran impacto en la República Dominicana. Su estilo influyó en muchos músicos locales.
- Los ahijados: dirigidos por Cuco y Martín Valoy, este clan, aunque interpretado Merengue, se destacó por su excelente propuesta de Sonera en la República Dominicana. Su impronta inspiró a otros intérpretes y grupos.
- La tribu André: dirigida por Fernando Echavarría e integrada en ese momento por jóvenes estudiantes, protagonizó un papel cósmico en la promoción del sonido, así como sus compositores. Con su propio estilo, el inclinación por el fomento de especie en la nueva engendramiento, contribuyendo a hacer una identidad cultural dominicana visible a través de esta música.
- Ell Grupo Maniel: Este clan marcó su condado en el hijo, dirigido por el destacado músico y compositor César Namnum. Su estilo único conquistó no solo a los bailarines tradicionales, sino que igualmente influyó en la creación de nuevos espacios para su bailable.
Eladio Romero Santos: un músico y compositor que contribuyó a la difusión del sonido en la región este del país.
- Grupo Bonyé: un clan innovador que ha rescatado y revitalizado al hijo dominicano, fusionándolo con otros ritmos contemporáneos.
 Excelente décimo
 Figuras como Cheché Abreu, Juan Luis Guerra, Víctor Víctor, Jandy Happy, Grupo Ludo y Chichí Peralta han jugado un papel suerte en la difusión y promoción de Hijo. Con sus nuevas propuestas, contribuyeron a su proyección tanto en el país como en el extranjero.
Escenarios
El hijo dominicano se desarrolló principalmente en la región este del país, especialmente en ciudades como San Pedro de Macorís y La Romana, donde había una resistente presencia de inmigrantes cubanos que trabajaban en los fábricas de azúcar. Estos lugares se convirtieron en centros de intercambio cultural, donde el hijo se mezcló con ritmos locales.
- San Pedro de Macorís: conocido como la «cuna del hijo», esta ciudad fue un epicentro del especie. Aquí, Son se fusionó con el merengue y otros ritmos locales, dando área a una variable única.
- La Romana: Otra ciudad importante donde se popularizan, gracias a la influencia de los trabajadores cubanos en la industria trapiche.
En Santo Domingo, casi nada había dos o tres lugares para disfrutar del hijo. Solo Manolo Minaya y su sexteto Enriquillo, los Soneros de Borojol, los ahijados, Pablo Mendoza y sus neutros, y Bartolito y su fuerte del sonido insignan sus sonidos para una audiencia limitada pero apasionada, que los siguió a todas partes.
En los primaveras 70, un dominicano que había vivido muchos primaveras en los Estados Unidos regresó al país con algunos ahorros y abrió en Villa Mella un negocio novedoso que llamó «la vieja haba». Este área rompió con todas las expectativas negativas y se convirtió en un espacio secreto para el hijo.
Viernes, sábados y domingos, y durante mucho tiempo, las orquestas de los hermanos Heredia, Bartolito y Los Bravos del Son, y Pablo Mendoza deleitaron a una audiencia que creció vértiginamente.
Luego vinieron el Maunaloa, que inauguró sus «domingos de Soneros», seguido de Las Palmas, en el Hotel Santo Domingo. El hijo comenzó a hacer su entrada triunfal en lugares divertidos de stop nivel.
Aunque el hijo dominicano no alcanzó la misma popularidad internacional que son merengue cubanos o dominicanos, su influencia se puede escuchar en otros géneros como Bachata y el merengue peculiar. Hoy, existe un resurgimiento de interés en este especie, gracias a los esfuerzos de los músicos y las organizaciones culturales que buscan preservar esta rica tradición musical.
En síntesis, el hijo de la República Dominicana es un ejemplo de cómo los ritmos del Caribe están entrelazados y evolucionados, creando expresiones culturales únicas que reflejan la historia y la identidad de un pueblo.

 
							 
			 
			 
			